El día domingo (17 de marzo de 2013) fue la consulta de la revocatoria en Lima, en la cual tuve la
no tan buena suerte de ser miembro de mesa (presidente encima) y descubrir por primera vez los secretos que esto esconde.
Todo empezó muy temprano, tuve que despertar a las 6:00 am. para llegar a Magdalena (sí, voto bien lejos del lugar en donde realmente vivo) a las 7:30 am., llegué antes de tiempo al que era mi centro de votación (la CE-PRE UNI) y ¡oh sorpresa! me habían cambiado de centro al Colegio Salesiano Rosenthal de la Puente y yo recién me enteraba, entonces tuve que tomar un taxi para -según yo- llegar puntual para no hacer roche (que ya tenía bastante por no haber ido a ninguna de las capacitaciones).
Una vez que ingresé al colegio me di cuenta que aún no había gente en mi mesa y bueno, no tuve problema en esperar, luego de varios minutos llegaron algunos de los miembros de mesa (titulares y suplentes), mientras esperaba para armar la mesa me puse a leer unos folletos que habían entregado en los cuales explicaban las cosas que debía y no debía hacer ese día, luego, traté de organizar la mesa, nos dividimos las funciones y empezaron a ingresar los pocos votantes que se encontraban en la cola.
Mientras transcurría el día me cuestionaba algunas cosas, por ejemplo, por qué el país promueve tanto el cuidado del medio ambiente de distintas maneras y al mismo tiempo dejan que se desperdicie tanto papel en un proceso electoral, ¿acaso todavía no estamos preparados para dejar algo tan ancestral y usar el voto electrónico? Por otro lado, fue un gran avance el desaparecer -al fin- la tinta para mancharte el dedo medio la cual era innecesaria desde hace unos años.
De pronto ya era "hora del almuerzo" y lo que todo esperábamos (por experiencias contadas de años anteriores) era recibir un frugos, galleta y un caramelo de limón, pero no, lo que recibimos fue más que eso, esta vez teníamos una lonchera
aceptable llena de dulces y más dulces, ¿en realidad creen que uno se alimenta de porquerías? ¿no se dieron cuenta que el costo de esa lonchera era casi el mismo que un menú? ¿no sería mejor dar comida? Bueno, no reclamaré tanto porque al menos agua, galleta y chocolate comí de eso, el atún no pude tocarlo ya que no veía agradable comerlo encima de todas las cosas al igual que la mermelada.
Pasaban las horas y no entendía qué seguíamos esperando, bueno, esperábamos que las personas que faltaban se dignaran a llegar y entonces me pregunté ¿por qué no pueden llegar temprano a votar? ¿por qué esperar a personas que jamás van a llegar? ¿por qué la tolerancia para votar es hasta las 4pm.? El día en que uno se encuentra sentado ahí se da cuenta que el mejor apoyo que puede recibir de las personas no es el "que tengan un buen día" sino el llegar temprano para no cagarnos más la tarde, por otro lado, hay personas que no tienen el voto obligatorio y me parece inútil esperar hasta tan tarde si igual no van a llegar. A mi parecer deberíamos acortar el tiempo de 8am. a 1pm., como un medio tiempo de trabajo para que las personas aprendan a ser más responsables.
Eran casi la hora de cerrar las mesas y la desesperación en las personas era notoria, justo minutos antes de eso llego mi chica -muy amablemente- a dejarme algo de comer, un almuerzo de verdad, que lamentablemente no pude ingerir hasta terminar el conteo que estaba próximo a empezar. Minutos seguidos, luego de que mi chica se retirara del local, nos comunicaron que no había más gente, que podíamos cerrar la mesa y fue entonces que la gloria llegó a nuestro ser.
Alistamos las cosas para empezar el conteo, mover todo para un costado, cerrar la lista de votantes, verificar que el número de hologramas sobrantes sea igual al número de personas que no asistieron a votar y demás cosas. Luego de esto pudimos abrir el ánfora, estirar las cédulas, contarlas y verificar que todas tuvieran mi firma (sí, las cédulas llevan la firma del presidente de mesa, de no tenerla esta no es válida). En realidad el método de conteo de la ONPE era bien aburrido y si les hacía caso iba a demorar demasiado en terminar, entonces decidí "improvisar" un método que (creo yo) funcionó bastante bien, para explicarles rápido era algo así como: agrupo acá los 40 veces sí, acá los 40 veces no, en otro lado los que viciaron todos los votos y los restantes los contábamos uno por uno, en realidad contaba los sí (que siempre eran menos), los blancos y por consecuencia los restantes eran del no, espero me entiendan.
Luego de 3 horas desde el cierre de la mesa terminamos de contabilizar los votos y llenar las actas en limpio para entregarlas a la ONPE, en ese momento las ganas de irnos eran demasiadas y buscamos de manera rápida a algún representante de la ONPE para entregarle todos los papeles y materiales sobrantes, hacer que certifique lo que teníamos y poder largarnos a casa. La señorita demoró 15 minutos en aparecer en los cuales pude ir al baño una vez más (luego de casi 10 veces en todo el día) y comer un poco del almuerzo que tenía esperando.
Al fin nos dijeron que podíamos retirarnos y no sin antes hacernos saber que la ONPE esperaba que demoráramos hasta las 11pm. con el conteo, por lo cual asumo yo que entregaron unos certificados para poder faltar trabajo (cosa que no pude usar porque en estos momentos no estoy trabajando). Salí y fui a casa de mi primo (que queda por ahí cerca) como tiene tienda aproveché para vender algunas chucherías que me quedaban, terminar de comer y poder regresar -con mucho cansancio- a casa.
Llegué a mi casa cansado, con ganas de dormir y estar tirado en mi cama, pero con una nueva experiencia que contar y algo que realmente no esperaba vivir pero que no resultó siendo tan malo como lo imaginaba. También agradecí el poder ir vestido como yo quisiera, al principio tenía temor de que me dijeran que por estar con short/sandalias no iba a poder entrar pero eso no paso. Y lo último que debo decir, gracias por dejarme usar mi celular para perder el tiempo mientras me aburría sin nada que hacer.
PD: En mi mesa el único revocado fue Castañeda Jr. (creo que así le dicen) JAJA
